Seis preguntas y respuestas sobre la subida del precio de la luz

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La Asociación para la Transición Energética nació con el convencimiento de que no se pueden aplicar soluciones sencillas a problemas tan complejos como la adaptación de nuestro sistema productivo al enorme reto del cambio climático. Lamentablemente, en las últimas semanas hemos comprobado, ante la subida del precio de la luz, que sobran golpes de efecto y falta pedagogía sobre los problemas del mercado eléctrico español. 

Existen varios problemas no sólo de “forma” sino de “fondo”. Por ejemplo: estamos imputando a la “transición energética” lo que está sucediendo, cosa que no puede defenderse de ninguna forma. Estas seis preguntas con respuesta sobre lo que está pasando y cómo puede solucionarse son nuestra modesta pero honrada contribución al debate. 

¿Cuál es la causa de la subida del precio de la luz? 

El mercado eléctrico tiene en España una debilidad estructural: su dependencia excesiva del gas como tecnología de respaldo. Esta dependencia es a su vez consecuencia de decisiones políticas: el Gobierno diseñó un modelo que castiga con impuestos y regulaciones de todo tipo a la hidroeléctrica y la nuclear, siendo los mejores sistemas de respaldo y continuidad del suministro energético hasta que en los próximos años se desarrolle por completo el almacenamiento en baterías o el hidrógeno asverde.

La consecuencia es que hemos dejado un enorme espacio al gas, cuyo precio se ha multiplicado aproximadamente por cinco en los últimos doce meses. Esa subida se acaba trasladando a la factura de los consumidores con tarifa de mercado libre. Ese 40% del mercado –10,7 millones de consumidores- está desprotegido en el actual contexto de tensiones internacionales de los precios. 

¿Cuánto van a durar los problemas con el precio del gas?

Las tensiones geopolíticas con Rusia, suministradora de aproximadamente el 40% del gas que consume Europa, y la llegada del invierno hacen prever que las tensiones de precios con el gas están aquí para quedarse al menos hasta bien entrado 2022. Algunos analistas pensaban que se podría corregir tras las Elecciones alemanas (Rusia ha utilizado el gas como elemento de injerencia en las elecciones celebradas el pasado domingo). También hay que tener en cuenta el conflicto entre Marruecos y Argelia, que pone en riesgo el suministro de gas argelino a España a través del gasoducto del Magreb, que pasa por territorio marroquí. Las perspectivas no permiten ser optimistas.   

¿Se están beneficiando de esta situación las eléctricas? ¿Ganan más dinero? 

Todo el mundo habla de ‘las eléctricas’, incluyendo el Gobierno. Pero es básico distinguir entre generadoras, distribuidoras o simples comercializadoras. En la situación actual, las filiales de generación de hidroeléctrica, nuclear y renovables están logrando un mayor beneficio sobre sus costes operativos, pero no compensa en ningún caso las pérdidas de las filiales de comercialización, donde el 60% de los clientes tienen precio fijado.  

¿Cómo ha reaccionado el Gobierno ante la subida del precio de la luz? 

El presidente, Pedro Sánchez, se ha comprometido a que al terminar este año los consumidores paguen por la luz como en 2018. Para lograrlo, el Consejo de Ministros aprobó el 14 de septiembre un plan con el que espera que el recibo de la luz se reduzca un 22%, detrayendo, entre otras medidas, ingresos a la hidroeléctrica y la nuclear. Previamente, a finales de julio, el Ejecutivo ya había reducido el IVA aplicado al 10% y suspendido temporalmente, hasta fin de año, el impuesto de generación eléctrica, del 7%. 

¿Funcionarán estas medidas?  

Desgraciadamente, en vez de realizar un análisis de fondo sobre la política energética, donde no iba a salir bien parado, el Gobierno parece decidido a cargar toda la culpa de lo que está sucediendo sobre las empresas, a las que acusa de obtener “beneficios extraordinarios”… beneficios extraordinarios que no están nada claros. Como apuntábamos anteriormente, no se pueden obviar las pérdidas de las filiales de comercialización, que venden mayoritariamente a clientes con el precio fijado de antemano. 

Es muy probable que las medidas del Gobierno, que parten de diagnósticos errados o incompletos, sólo sirvan para provocar inseguridad jurídica, dañando la credibilidad de España entre los inversores internacionales.   

Entonces, ¿Cuál podría ser la solución? 

La solución pasa por un cambio eficiente y rápido; contundente, pero con seguridad jurídica. Es fundamental contrarrestar la enorme dependencia que tenemos del gas. Para lograrlo, se necesita modificar la composición del mix de generación, liberando de cargas a las energías castigadas e incentivando la entrada de más generación de origen renovable, con desarrollo de sistemas de almacenamiento como son las centrales hidroeléctricas de bombeo reversible.